Los Hadzabe cazan todo tipo de animales, desde pequeños antílopes a animales más grandes, como jirafas, utilizando flechas de puntas envenenadas. Son de las pocas etnias que pueden comer carne de babuino. Son de los pocos pueblos de África que no han ido abandonando sus formas de vida tradicionales, para vivir exclusivamente del turismo y sucumbir al alcohol. Visitándoles se evita así el tradicional show para turistas ofrecido por las tribus de Masáis que aceptan a los turistas occidentales.
Cazando con arco y flecha
La zona en la que viven es hogar de una variada fauna y flora que incluye el magnífico baobab africano, hogar a su vez de las abejas de las cuales los Hadzabe recolectan miel sin ninguna protección.
Recolectando miel sin protecciones
Ir de caza con ellos es una experiencia increíble y difícilmente descriptible con palabras. El silencio con el cual niños y adultos salen con sus perros, es subreal. Y es que viven en tierras repletas de piedras semipreciosas, cuyo valor ellos ignoran por completo, y consiguen pisarlas sin hacer ningún ruido.
Niño con su presa
La risa de un niño al verte empujar mal un arco o una hacha que te ha ofrecido, o al descubrir por primera vez un binocular, difícilmente se te borrarán de la memoria.
Despellejando con la punta de una flecha
Encendiendo el fuego
El jefe come miel
Danilo y yo chupando un trozo de colmena
Sin miedo a las abejas
Acostumbrados a las picaduras
De vuelta con la presa