Los gastos que conllevan el mantenimiento de una casa son bastante variados, y a menudo de importes elevados. Lo mejor que podemos hacer es controlarlos e intentar reducirlos en la medida de lo posible. En este post vamos a centrarnos en ver de qué manera, y de forma sencilla, podemos reducir nuestros gastos de suministros como el agua, electricidad y gas. Basta con seguir algunos trucos que nos permitan bajar el consumo y ahorrar en las facturas de suministros.
Ajuste de potencia
Parte de lo que se paga en la factura de electricidad corresponde a la potencia contratada, por lo que es fundamental averiguar qué potencia de verdad necesitamos tener contratada en nuestra casa. La potencia es aquello que nos permite utilizar aparatos de forma simultánea sin que salten los plomos. Un exceso de potencia significará que podemos utilizar más aparatos de lo que habitualmente utilizamos, por lo que estaremos pagando de más. Un defecto de potencia no nos permitirá utilizar todos los aparatos que necesitamos, por lo que los plomos saltarán de forma constante. En este caso, necesitamos ampliar la potencia contratada de nuestra casa.
Discriminación horaria
Existen tarifas con discriminación horaria, por la cual se reduce el coste de la electricidad que consumimos entre las 22:00 y las 12:00. Por ejemplo, para personas que trabajan a diario, lo normal es que los consumos más altos se realicen por la noche y por la mañana, ya que mientras trabajamos fuera de casa, el consumo se reduce.
Apagar aparatos en stand-by
Esta acción está muy de moda y cada vez es más extendida en los hogares. En los últimos años ha aparecido mucho en los diferentes medios de comunicación y esto ha ayudado a concienciarnos de que un aparato que se encuentra enchufado y en modo stand-by sigue consumiendo energía. En la mayoría de los casos es un consumo silencioso que no nos aporta ningún beneficio.
Calefacción
El gasto de calefacción puede suponer un gasto bastante grande tanto de electricidad como de gas. Debes prestar mucha atención y ajustar bien este gasto, ya que se puede disparar el importe de tus facturas. Ajusta la temperatura de tu casa para que se encuentre entre 19 y 21ºC. Por la noche lo podemos bajar un poco, entre 15 y 17ºC. Debemos tener en cuenta que cada grado adicional que queramos en nuestra casa supone un aumento importante en el consumo de electricidad. Por otro lado, haz un mantenimiento preventivo de todos los equipos de la calefacción, tal como radiadores, calderas, etc.
También es conveniente ver si nuestra casa se encuentra bien aislada. Por ejemplo, mucho calor en invierno se puede escapar por pequeños huecos de las ventanas, por lo que es bueno sellarlas con burletes.
Electrodomésticos
Optimiza el uso de tus electrodomésticos. En caso de que tengas lavavajillas o lavadora, utiliza la carga optima para no usarlo más de la cuenta. Para la lavadora, las temperaturas entre 40 y 60ºC supone mucho ahorro en la tarifa eléctrica. En el caso del lavavajillas, conviene utilizar programas ECO que la mayoría llevan incluidos como opción de lavado.
Ducha y grifos
Se consume mucho agua de forma inútil. Por ejemplo, si vas a lavarte los dientes, cierra el grifo mientras no lo estás utilizando.
Basta con tener un poco de sentido común para ir ahorrando en las facturas del hogar, así que pregúntate, ¿qué puedo hacer para ahorrar un poco de dinero y ayudar al planeta?